lunes, 12 de diciembre de 2011

EL ENTRENAMIENTO FUNCIONAL


En la anterior entrada mencioné la necesidad de desarrollar los PANM bajo el espectro de la funcionalidad. Bajo esta concepción se pretende el desarrollo de la fuerza útil y aplicada durante la vida corriente y la vida laboral. Este tipo de desarrollo de la aptitud neuromuscular funcional viene marcado por las exigencias de las actividades diarias.

El planteamiento general sobre el que debería estar sustentado el carácter funcional del entrenamiento debería conducir a establecer criterios básicos para el desarrollo de una correcta higiene postural en todas las acciones de la vida diaria o cotidiana (AVD) y laboral (AVDL). Esta debería ser desarrollada en los PANM desde una perspectiva para la mejora de la capacidad neuromuscular de prestación/rendimiento en nuestras actividades de la vida cotidiana y actividades laborales atendiendo a la necesidad de complementar/compensar los posibles desequilibrios que dichas actividades puedan conllevar. Por tanto, se debería plantear la necesidad de un entrenamiento que implique movimientos y grupos musculares menos solicitados o que poseen cierto desequilibrio tónico-postural atendiendo a las propias características individuales y así potenciar el rendimiento laboral.

Por tanto, parece necesario un análisis exhausto para establecer unos criterios mínimos para seleccionar los ejercicios más adecuados para el PANM, pensando siempre en las necesidades y capacidades del propio sujeto.


En la próxima entrada explicaré la necesidad de integrar aspectos funcionales en los PANM considerando las actividades de la vida cotidiana.

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