Como se ha recalcado, es necesario hacer una diferenciación del nivel de aptitud de la persona que realiza un entrenamiento contra resistencias y en función de dicho nivel progresar de manera periodizada en su mejora de la aptitud músculo-esquelética y fisiológica, evitándose así los riesgos de estancamiento y/o de sobreentrenamiento. Por ello resulta necesaria la periodización del entrenamiento de fuerza. Se comenzará con una fase de aclimatación, seguida por una de formación y terminará con una fase de fortalecimiento, que a su vez se subdividirá en dos niveles (el de intermedios y el de entrenados o experimentados). Una vez se hayan obtenido los resultados pretendidos se establecerán programas de mantenimiento. Éstos posibilitarán una mayor adherencia hacia la práctica física a largo plazo y podrán incidir en otros aspectos del acondicionamiento físico saludable.
Fase de aclimatación
Fase de formación o nivel de principiantes
Fase de fortalecimiento o nivel de intermedios
Fase de fortalecimiento o nivel de experimentados
En el próximo post los desarrollaré.
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