
Ha sido demostrado científicamente que la realización de jornadas de trabajo muy extensas, es decir, mayores o iguales de 12 horas diarias o mayores o iguales de 60 horas semanales repercutirá en un incremento del riesgo de lesión y enfermedad, principalmente por fatiga. Por lo tanto, el desarrollo de un PANM con carácter funcional exigirá previamente de un análisis evaluativo mínimo de las características de las actividades de la vida laboral (AVDL) para conocer tanto las posibles adaptaciones como las posibles intervenciones que deben generarse en lo referente al ajuste de los PANM.
Una de las acciones en el ámbito laboral más estudiada es el levantamiento de peso, tal y como fue descrito por Wrigley. Esta tarea resulta compleja debido a sus requerimientos de coordinación y activación de todo el cuerpo, envolviendo una multitud de estrategias de movimiento. La utilización de la técnica squat es recomendada para reducir momentos netos de fuerza y compresiones sobre la espalda cuando la carga pueda ser levantada partiendo entre los pies. Una mala alineación raquídea durante la ejecución de movimientos de levantamiento de cargas ha sido reconocida como potencialmente lesiva para los elementos estructurales de la espalda, por tanto la reducción de tal situación será entendida como una estrategia profiláctica.
Existen 4 teorías según Vernaza-Pinzón y Sierra-Torres que dan explicación a las alteraciones músculo-esqueléticas laborales. Son las siguientes:
- Interacción multivariable (factores genéticos, morfológicos, psicológicos y biomecánicos)
- Teoría diferencial de la fatiga.
- Teoría acumulativa de la carga (excesiva repetición)
- Teoría del esfuerzo excesivo (bajos niveles de alguna manifestación de la fuerza)
Las consideraciones funcionales desarrolladas durante los programas de acondicionamiento neuromuscular (PANM) facilitarán que las personas adopten posturas adecuadas durante las AVDL, y con ello puedan mejorar sus hábitos posturales reduciendo riegos de lesiones. En este sentido, y a modo de ejemplo, se puede indicar que estas mejoras sobre la mecánica de los levantamientos deberán ser motivo de entrenamiento puesto que esta mejora es recomendada con mayor énfasis que la prescripción del cinturón de espalda, puesto que su utilización en el campo laboral no está apoyada por una evidencia concluyente y siendo además el abuso de su utilización un factor desencadenante de una debilidad de la musculatura del tronco.
La funcionalidad que se debe obtener con los PANM fundamentalmente será conseguida mediante:
- Elección de ejercicios o modificación de los mismos a fin de que proporcionen un mayor énfasis en aquellos grupos musculares que puedan garantizar cierto nivel de equilibrio del sistema locomotor.
- Aportar una reorganización neuromuscular básica entre musculatura tónica y fásica.
- Detección de posibles eslabones débiles en las cadenas musculares activadas durante los requerimientos motrices laborales.
Los músculos más solicitados en las actividades laborales pueden sufrir contracturas y tienen tendencia a contracturarse, incidiendo así en posibles lesiones y patologías futuras. Por ejemplo, los trabajadores de la construcción o del campo mantienen flexiones de tronco de 45º pudiendo provocar estrés en los tejidos pasivos posteriores y cambios en la estabilidad del disco intervertebral. Así pues, debería realizarse una adecuada selección de ejercicios de potenciación para la musculatura paravertebral y de los erectores, así como un adecuado acondicionamiento abdominal, además de la persistente acción educativa al respecto de los hábitos fundamentales de higiene postural.
Krause determinó que en los conductores profesionales (taxistas, camioneros, chofers, etc.) existía un incremento de un 39% de padecer la primera lesión de espalda severa por cada incremento de 10 horas semanales de trabajo.
En el siguiente post...
...voy a dejaros una propuesta orientativa para acometer una intevención en los PANM dirigidos a este objetivo complementario-compensatorio.
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